La Casa Madre de Dios (Fundación Casas Diocesanas de Acogida) atiende a personas sin hogar (50 plazas) y personas con adicciones (12 plazas) dando así respuesta a la realidad social de estas personas, como máximo exponente de la exclusión social.

Las personas sin hogar representan la cara más grave de la exclusión social, hablamos de personas que se ven privadas de acceso al empleo, a la vivienda y a los recursos económicos necesarios para su sustento. Se enfrentan a la soledad, a la ruptura de las relaciones sociales y familiares y, por tanto, a la pérdida de las redes sociales que son verdaderamente necesarias para la vida.

Desde la Fundación nos marcamos como objetivo general, facilitar una atención integral a personas en situación de grave exclusión social, ya sea por estar en situación de sin hogar o por ser personas con problemas de adicciones tóxicas y no tóxicas.

La primera prioridad es promover la dignidad personal centrándose en las necesidades básicas como el alojamiento y la manutención. Una primera acogida es necesaria para estabilizar a la persona y poder implementar programas individualizados de recuperación, rehabilitación e inserción sociolaboral. Se inicia así un proceso que conduce a una vida autónoma y no institucionalizada con integración social.

Es una entidad de la Iglesia Católica que fue erigida canónicamente por Decreto del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Granada, D. José Méndez Asensio el 2 de febrero de 1.994, recogiendo la inspiración del Sínodo Diocesano.
El principio evangélico de la caridad cristiana, concretado en la acogida a los más necesitados sin hogar, constituye la finalidad principal de la Fundación.
Desde entonces, la Archidiócesis de Granada y Cáritas Diocesana de Granada siguen realizando todo el esfuerzo posible para que la realidad de esta Fundación Pía Autónoma siga creciendo.
Los principios evangélicos, tal y como los expresa y sostiene la doctrina social de la Iglesia Católica, mediante el ejercicio de la caridad cristiana procura, en la Fundación Pía Autónoma, la atención a personas que carecen de hogar y que, además, pueden presentar problemas de adicciones.
La Fundación empleando, a lo largo de estos años, todos los medios religiosos, técnicos y humanos necesarios de que ha podido disponer, ha contribuido a lograr su incorporación en la sociedad y que recuperen su dignidad como personas, además de promover ante la Comunidad Cristiana, la sensibilización ante los problemas que sufren.

Servicios que ofrece la casa:

• • • Cobertura de necesidades básicas, en régimen de pensión completa.
    • Servicio de auxiliar de enfermería.
    • Atención psicológica y social.
    • Actividades de ocio y tiempo libre.
    • Servicio de lavandería.